Las ganas de ver a WARCRY en Barcelona presentando su «Donde el Silencio se Rompió…» eran innegables y es que después de girar por gran parte del país e incluso Sudamérica por fin le llegaba el turno a la ciudad condal. Así que era lógico encontrarnos una Sala Razzmatazz llena prácticamente hasta los topes para recibir a Victor García y los suyos, una máquina de heavy metal que se sitúa en lo más alto del panorama nacional.
Dos horas y media de auténtico show con su último disco como gran protagonista pero que recorrió casi todos los grandes éxitos de su dilatada discografía. Son pocas las bandas capaz de ofrecer una actuación tan extensa sin que el ritmo y la intensidad de esta se resista, pero no cabe duda de que la asturiana son una de ellas, con la complicidad de un público que no paró de cantar, animar y saltar en todo momento.
Clásicos como «Nuevo Mundo», «Contra el Viento», «Coraje» o «Cobarde», con esa reivindicación de uno de los grandes males de nuestra sociedad como es la violencia de género, se fusionaban con nuevas composiciones de la altura de «Cielo e Infierno» o la potente «Rebelde», cuyo estribillo resonó con inconmensurable fuerza por todo lo alto y largo de una sala absolutamente rendida a sus pies.
Tanto Pablo como Roberto García, guitarra y bajo respectivamente, saben escudar al frente del escenario a su querido vocalista, y la agresividad controlada de «Huelo el Miedo» desató la locura entre sus fieles seguidores antes de encarar ese gran himno que es «Quiero Oírte» y que Victor cantó con pasión y fuerza, regulándose la voz a lo largo del concierto para poder aguantar el tipo hasta el final. Si su visita hace unos años en el Sant Jordi Club nos dejó extasiados la de esta noche no iba a ser menos.
El omnipresente teclado de Santi Novoa tuvo su momento de lucidez al ritmo del clásico de Beethoven «Para Elisa» que derivó en una intensa «Ardo por Dentro». Siguieron con un amago de «la mejor balada de la historia» que nos pilló desprevenidos ante el ataque de «Odio», con Rafael Yugueros marcando enérgicamente el compás desde su batería. Curiosamente los niños que allí se daban cita tuvieron su protagonismo con los músicos intercalando con ellos e incluso con un pequeño afortunado saltando al escenario en compañía de Pablo y su guitarra. ¡Heavy metal para toda la familia!
Era justo tomarse un pequeño descanso, especialmente vocal, así que hubo tiempo para los guiños a grandes clásicos de la historia del rock como Black Sabbath, Dio o Metallica, antes de seguir dando guerra a ritmo de toda una declaración de intenciones como «Así Soy», «Devorando el Corazón», «Tú Mismo» o la aclamada «El Guardián de Troya». Eso sí, el momento de mayor clímax de toda la noche llegó de manos de «Hoy Gano Yo», en la que la entrega del público ya no conocía límites y que sirvió de fin de fiesta para uno de esos conciertos que te dejan una enorme sonrisa entre gotas de sudor.
Por fin se resarcieron de la descafeinada y mejorable actuación que les vimos por estas tierras en aquel Rock Fest Barcelona de hace tres años, completando un show de WARCRY en estado puro reivindicando el sonido del mejor heavy metal. Ojalá una banda de su magnitud y calidad tuviera un escenario y una puesta en escena más espectacular y acorde a su estatus, pero lo compensan dejándose la piel y ofreciéndonos una duración y una intensidad a la altura de muy pocos nombres. Y no solo del ámbito nacional. ¡Al final ganamos todos!
Texto: Agnès Garcia
Fotos: Lluís «DiMu» García
Fecha y lugar: 10 de Noviembre, Sala Razzmatazz, Barcelona
Promotora: RRS Promo / Eclipse Group